jueves, 25 de agosto de 2011

Nicaragua: Nuestra economía debe dar saltos de calidad.


MSc: Eduardo López H (Docente FAREM)

El desarrollo económico de Nicaragua es una signatura pendiente que tenemos que resolver todos los nicaragüenses en este nuevo siglo, caracterizado por una globalización que avanza de manera vertiginosa y que si no actuamos podemos quedar excluidos, pero también esta exclusión puede ser culpa de nosotros, sino actuamos con responsabilidad, con iniciativa, con disciplina laboral, con espíritu de superación, con espíritu emprendedor. El subdesarrollo que padecemos muchas veces es un problema mental, es decir, queremos que todo nos caiga del cielo, actuamos con posiciones fatalistas, otras naciones nos han dado ejemplo cuando saltan del atraso al desarrollo, de la pobreza estructural al bienestar económico y social.
No podemos aspirar al desarrollo cuando tenemos un aparato productivo obsoleto, cuando nuestros rendimientos de producción en el sector agrícola son de los años sesenta, cuando nuestro nivel educativo general  es de cuarto grado, estos ejemplos se han traducido en un producto interno  bruto (PIB) muy deficitario, que en los últimos treinta años ha oscilado entre un 2.5% y un 3.5%, lo que resulta altamente preocupante, puesto que para poder  sentar las bases del desarrollo y combatir la pobreza,  tenemos que crecer de manera sostenida a un ritmo de 7% anual y no es fácil, cuando los obstáculos son de carácter estructural a lo interno y en lo externo no solo sufrimos la dependencia tecnológica, sino que además estamos a merced de los precios que el mercado internacional determina para nuestra materias primas, también hay que agregar, que la dependencia del petróleo vulnera nuestra economía porque la matriz energética de nuestro país depende en más de un 80% del oro negro.
¿Cómo dar saltos de calidad en nuestra economía que se traduzca en progreso, en bienestar para las familias, la comunidad, la nación? Solo es posible con un esfuerzo de nación donde gobierno, sector privado, ONGs y la población en general tomen conciencia de la problemática y se planteen propuestas realistas muy bien estructuradas, donde los diferentes rubros de la economía (agrícola, ganadero, pequeña, mediana y gran industria, pesca, financiero, minería, servicios, etc.) tengan la reconversión necesaria que les permita ser artífices del desarrollo nacional, desde luego que esto tiene que estar estrechamente relacionado con otras áreas tan importantes como el desarrollo infraestructural y sobre todo con políticas sociales como educación y salud, sin las cuales no tendremos seres humanos en las mejores condiciones físicas y académicas que aporten al bienestar de la nación, además, no se puede obviar que temas como agua, medio ambiente y cambio climático son ejes transversales que no podemos obviar, porque tienen una incidencia muy visible en el comportamiento económico de nuestro país.
El Plan Nacional de Desarrollo Humano del gobierno 2008-2012, es un punto de referencia insoslayable que permite establecer pautas para el desarrollo económico que privilegia el factor humano como eje del desarrollo, pero como dice ese gran intelectual británico Grahan Greene “ Ser humano también es un deber” por lo tanto, para que nuestra economía de  saltos de calidad, depende de nosotros los nicaragüenses. 

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