MSc.
Eduardo López H.
Miembro
del Consejo de Facultad FAREM Estelí.
¿Vivimos
un cambio de época o una época de cambios? No hay la menor duda que vivimos un
cambio de época signada por un mundo globalizado, un mundo más
interdependiente, un mundo más competitivo, un mundo muy asimétrico, un mundo
de incertidumbres racionales, pero también un mundo con esperanzas, con
utopías.
El
presente siglo, es el siglo de la sociedad del conocimiento y de la
información, también es un siglo del aprendizaje permanente, por lo tanto,
desde la perspectiva de la educación, requiere de un cambio de paradigma.
¿Está la universidad
preparada para ser parte de los cambios que demanda está sociedad del
conocimiento y del aprendizaje permanente? Es decir, ¿del cambio de época que
vivimos? En principio, la máxima casa de estudios, debe romper con los saberes
profesionalizantes, dado que esta sociedad del conocimiento en la que estamos
inmersos, demanda investigación, innovación y emprendimiento. De manera tal,
que los saberes sean pertinentes, que se estén renovando permanentemente, de
creatividad académica, de vínculo con el medio, de ensayo y error, etc.
En relación a la carrera de
Turismo, al revisar el plan de estudios de las dos carreras que se ofrecen en
la UNAN-Mangua, encontraba, que son planes de estudio pertinentes y que apuntan
a la formación integral del futuro profesional del turismo. En este sentido, en
la fundamentación de la carrera de Turismo Sostenible, se indica: “El principal propósito de la carrera de
la UNAN-Managua, es forjar profesionales capaces y competentes para afrontar los
retos del nuevo milenio de lo que es y será, el desarrollo del segundo sector
económico más grande del país”. Por su parte, la carrera de Administración Turística y Hotelera, en
uno de sus objetivos pretende: “Formar
profesionales integrales con una concepción investigativa, científica y
humanística para la Administración de Empresas Turística y Hotelera, con la
capacidad de crear sus propias empresas e insertarse en el entorno empresarial
del sector turístico y hotelero”
El reto que tiene la Universidad
en cuanto a romper con los saberes profesionalizantes y apuntarse por una
formación holistica de los estudiantes implica: desarrollar una formación multi
e interdisciplinaria, porque: ¿Cómo no va a saber
un profesional de la carrera de turismo de Historia y Geografía de Nicaragua,
de Antropología, de Arqueología, de Medio Ambiente, de Economía? Un estudiante de Turismo tiene que prepararse
en una segunda lengua. Esta es una carrera
que requiere una renovación permanente del currículo.
Para
la Universidad es fundamental profundizar en su internacionalización, para
viabilizar la movilidad académica y de esa manera fortalecer esa formación
holística que requieren nuestros egresados de cualquier carrera ¿Por qué un
estudiante no puede finalizar un semestre en España? ¿Por qué no puede hacer un
año en una universidad de América del Sur? Tenemos que aspirar más temprano que
tarde a lograr ese objetivo.
El siglo XXI está signado
por la innovación y el emprendimiento, son dos ejes claves en la educación del
siglo XXI, por lo tanto, es determinante la inserción de estos dos ejes en el
currículo para que el mismo tenga pertinencia y les permita a los futuros
profesionales construir sus proyectos de vida. En este sentido, la UNESCO nos
indica: “En una época en que ya no se puede aplicar más la ecuación
“título=trabajo, se espera que este nivel de educación produzca egresados que
no sólo puedan ser buscadores de trabajo, sino también empresarios de éxito y
creadores de empleo”.
No
podemos dejar de señalar que es necesario contar en la universidad con
emprendedores exitosos, forjados en la universidad de la vida, pero que han construido sus propios proyectos de vida
con acciones emprendedoras dignas de admiración.
Para
el profesional de la carrera de turismo, Nicaragua tiene ventajas comparativas
muy importantes, por ejemplo: Es el
país más seguro de Centroamérica,
tenemos condiciones naturales envidiables, es uno
de los países de América Latina con el recurso agua más abundante, cuenta con una
población mayoritariamente joven, que incluye a los Millennials, o milénicos como les
llamamos a los nacidos entre 1980 y 2005; además es el país que más crece en
Centroamérica, de manera sostenida en promedio con un 4.5 % del PIB.
¿Que
aportó el turismo a Nicaragua en el 2016? El turismo internacional dejó a Nicaragua ingresos por unos 642,1 millones de dólares, un
21,5% más que los 528,5 millones de dólares captados durante 2015, durante el
2016, el turista extranjero en
Nicaragua gastó un promedio de 44,8 dólares al día, 7,9% más en relación con un
año antes, cuando gastó un promedio de 41,5 dólares, el flujo de llegadas de visitantes internacionales
al país mostró un crecimiento de 9,6% con
respecto al año anterior (139.725 visitantes adicionales), durante el 2016 la
estancia promedio de los turistas que ingresaron a Nicaragua fue de 9,5 días,
mientras que en 2015 fue de 8,7 días, los tres principales motivos de viaje
fueron: vacaciones, visitas familiares y el motivo trabajo o negocios, el
turismo aportó el 4.85% al PIB nacional.
Consideramos que en este 2017, los logros serán mejores en función del
desarrollo económico y social de nuestro país.
En
síntesis, el turismo en Nicaragua tiene un futuro promisorio, el turismo
continuará siendo uno de los rubros más importantes de la economía nacional,
por lo tanto, tenemos que crecer en infraestructura y en formación de recursos
humanos para responder a la demanda de turistas nacionales e internacionales.
Hay
que vender a Centroamérica como destino turístico, tenemos que a adaptarnos al
cambio climático con propuestas
turísticas novedosas, tenemos
que crecer con pequeñas empresas turísticas, que son
parte de la columna vertebral de la economía nacional. Que el fortalecimiento del turismo en este
cambio de época que vivimos, cuente con los profesionales del turismo como
protagonistas claves de un sector que crece de forma sostenida y
sustentable.
Septiembre 2017