La
vaca Lola, la vaca Lola, cantan los niños extasiados viendo fijamente el
celular o la tablet de la mamá. Esta
canción y otras que entretienen a los niños se insertan en el mundo digital que
hoy vivimos, donde las nuevas
generaciones, unas más impactadas que otras, son parte de esta nueva era que
avanza vertiginosamente hacia un destino, ya
en proceso como es la inteligencia artificial, la que desde la academia, tenemos que valorar y
considerarla desde diversas óptica para el futuro de la educación.
Los
tiernos que se entretienen con la vaca Lola, son parte de la generación Alpha,
nacidos a partir del 2010. Como expresa (Dillon , 2018)
Estos
niños puramente digitales, criados entre la lógica del touch y rodeados de padres y casas con
dispositivos tecnológicos tiene una mirada de código hacia un mundo que
acontece entre las redes y los artphones. "Surfean" entre la
sobreabundancia informativa como si la hubieran mamado junto al biberón”.
Es
por ello, que como dice el dicho popular, “Por la víspera se saca el día”, la
generación Alpha y las más cercanas a ellos, estarán inmersos a plenitud en el mundo de la
inteligencia artificial por lo que, serán generaciones, que probablemente se
desempeñaran laboralmente en trabajos que todavía no se han inventado.
Por
lo tanto, desde la educación, en sus diferentes subsistemas tenemos un reto
mayúsculo frente a ese mundo digital en
que hoy viven como hospederos permanente niños y jóvenes y que como una bola de
nieve avanza inexorablemente y que podría tener funestas consecuencias si no se logra encausar desde la escuela y desde
el hogar en función de un mejor provecho de las tecnologías de información y comunicación,
(TIC), para volcarlas hacia aprendizajes significativos, sin menoscabo de que
sirvan para el entretenimiento y la ya clásica comunicación en las redes que practican
sin limite de tiempo.
Hablar
del enorme reto de la educación en el marco del mundo digital en que viven
niños y jóvenes, debe traducirse en propuestas pedagógicas con implicaciones
didácticas, sociológicas y psicológicas que faciliten procesos encaminados al
uso racional de las TIC en provecho de los niños y jóvenes en particular y de
la educación en general, para no caer en lo que señala, García Fernández, (2010):
Así, nuestros hijos tienen una
gran facilidad para procesar
información
rápidamente. Reciben mucha información y la
adquieren por
muchos canales distintos. La selección tanto de
la información
como del canal responde a un impulso muy
rápido, que no
siempre ha sido pensado ni implica
necesariamente
una posterior reflexión. Por ello, muchas veces
no realizan un
análisis crítico de la información recibida”.
Partiendo desde
mi análisis, el uso de recursos tecnológicos, actualmente vino a decirle Adiós
a las canciones de cuna con las que muchas generaciones convivieron, destacándose:
arrurrurrú, dormite mi niño, iba un pollito para la escuela, los cochinitos,
salta mi conejito…en fin, infinidad de
cantos infantiles que hoy solo son un recuerdo, imponiéndose la vaca Lola, como
un signo inequívoco del cambio de época que vivimos, signada por incertidumbres racionales, pero además
de retos y compromisos, que desde la
academia permita enfrentar el futuro con curiosidad científica para que desde
la observación, desde el ensayo y el error, desde lo que no está resuelto,
desde la competencia cognitiva y desde el yo empírico al sujeto epistémico se
forje la educación del futuro”.
Bibliografía
Dillon , J. (12 de enero de
2018). Generación Alpha: por qué estos nativos digitales puros influyen en
las decisiones de consumo familiar. Obtenido de
https://www.infobae.com/tendencias/2018/01/12/generacion-alpha-por-que-estos-nativos-digitales-puros-influyen-en-las-decisiones-de-consumo-familiar
García Fernández, F. (2010). Internet en
la vida vida de nuestros hijos: ¿Cómo transformar los roesgos en
oportunidades? Obtenido
de:http://www.bibliotecaspublicas.es/villanuevadelpardillo/imagenes/Internet-en-la-vida-de-nuestros-hijos.pdf