Ha
finalizado una cumbre más sobre cambio climático, e igual que las otras, ha
sido intrascendente, frente a la seria amenaza que se cierne sobre el planeta y
que se traduce cada día en efectos nocivos; que tendrá un final dramático si no se actúa con
beligerancia y responsabilidad que permita preservar la vida en nuestro globo
terráqueo.
Las cumbres
de Copenhague, Cancún y Durban, han sumado
una serie de compromisos que no logran materializarse en resultados tangibles que detengan el avance
vertiginoso del cambio climático, sobre todo la negativa de los países más ricos y de los
llamados emergentes por reducir los gases de efecto invernadero, igualmente en la
cumbre de Doha, celebrada entre el 26 de noviembre y el 7 de diciembre del
2012, la tendencia se mantuvo, no
hubieron acuerdos de fondo, incluso, los mismos no satisfacen las
recomendaciones de los científicos, que han venido pidiendo medidas más
rigurosas ante efectos tan visibles como olas de calor, tormentas de arena,
inundaciones, sequías, subidas de los niveles del mar, etc.
En este
encuentro mundial, el protocolo de Kioto, continuó siendo el único tratado
internacional vinculante para la reducción de
gases de efecto invernadero, llegando al acuerdo de prorrogarlo hasta el
2020, no obstante, ya todos sabemos la historia de Kioto, no hay compromisos
serios de muchos países por reducir el calentamiento global, dejando esta prórroga
que será de ocho años, más preguntas que respuestas sobre este flagelo que cada
día se extiende con consecuencias insospechadas para la humanidad, por ejemplo,
aparte de China y Estados Unidos, los mayores contaminadores que se resisten a
firmar el protocolo, Rusia, Japón y Canadá, entre otros; no han accedido a este
nuevo compromiso y si a esto le agregamos que será hasta este año 2013, que se
continuarán las negociaciones sobre la demanda de los países en vías de
desarrollo que vienen exigiendo mayores donaciones para poder enfrentar las
emisiones de gases de efecto invernadero, añadiéndole además que el llamado fondo verde, una propuesta que viene de la cumbre pasada y
que será hasta el 2020 su desembolso, el panorama se vislumbra desolador y el calentamiento global pica y se extiende ,
porque de no frenarlo, de no lograr un acuerdo mundial razonable, donde las
grandes potencias depongan sus
arrogantes posturas y mezquinos intereses, las predicciones para el presente siglo
son apocalípticas: Se espera el
incremento de la temperatura media mundial entre 1.4 °C y 5.8º C, para el 2100;
el ascenso del nivel medio del mar, con
un incremento de hasta 88 centímetros para fin de siglo, el incremento de las olas de calor con mas días de duración y
mayores temperaturas y el aumento de las precipitaciones extremas más que las
medias, tanto en frecuencia como en intensidad, son advertencias y signos que
ya los estamos viendo y sintiendo, como es el caso de la presencia de la roya (
Hemileia Vastratix) en la caficultura
nicaragüense, que según expertos, en
gran parte su expansión está relacionada con la sequía y las altas
temperaturas, incubándose el hongo hasta en cafetales que están a 1500 metros
de altura. No tengo la menor duda, que la cosecha de café 2012-2013, está marcada
por el cambio climático, vaticinándose
que para el 2050 se puede perder el 80%
de este importante cultivo para el país. Para empezar, ya se ha perdido el 35%
de la presente cosecha que equivale a
unos 450 mil quintales y más de 70 millones de dólares. ¿Y las cumbres de
cambio climático? Muy bien gracias.
Enero 2013.
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